jueves, 16 de agosto de 2012

Un año para triunfar


En la NBA conviven distintos conceptos de como crear un equipo ganador, de como alimentar proyectos que, más tarde que temprano, terminan dando sus frutos.
San Antonio es experto en un juego llamado Draft, del cual con muy poco es capaz de sacar mucho. 
OKC nació en el momento justo y estuvo en el lugar adecuado para aprovechar la oportunidad que Porland desperdició para construir un conjunto entorno a una estrella superlativa.
Miami juntó a dos Top 5 de la liga (LeBron y Wade) y un Top 15 (Chris Bosh) en el mejor momento de sus carreras para conseguir lo que se demoró un año; la conquista del anillo.
Boston hizo un negocio parecido años atrás con jugadores más veteranos, jugadores sedientos de títulos, ansiosos de una gloria que desconocían, una gloria en la cual acabaron bañándose.

El proyecto de los Lakers nace y, con probabilidad, puede que muera este mismo año. El quinteto formado por: Nash, Kobe, Artest, Gasol y Howard quizá no será el que inicie los partidos, pero sin duda será el que los termine. Veteranía y talento. Quizá demasiado de ambas.
Con las flamantes incorporaciones de Steve Nash y Dwight Howard la calidad de la plantilla crece mucho enteros. Eso si, tendrán que engranar esas nuevas piezas. Veremos cuanto tiempo tardan en complementarse, en convertirse en una. Es más, veremos si lo consiguen. Veremos si Nash es capaz de gobernar el timón de una embarcación tan soberbia como la angelina.
La pareja Gasol/Howard es el mejor dúo interior que Nash ha dirigido jamás, la unión de ambos en un mismo equipo permite un abanico de variantes del bloqueo y continuación que un genio como Nash sabrá interpretar. Ejecutará el pase en el momento justo; como siempre

Tendremos que esperar para ver si Kobe es capaz de descargar juego hacia sus talentosos compañeros, de entender que formará parte de un grupo de estrellas y que, a pesar de que él es la más brillante, la unión de las tres luces que lo acompañan lo será aún más. Debe seguir siendo el líder que es en momentos decisivos, pero deberá delegar responsabilidades cuando este ofuscado.

Tendremos que esperar para ver hasta que punto alejan a Gasol de la pintura, hasta que punto encorsetan su repertorio ofensivo, su juego en el poste. Veremos si Pau acabará encasillado en el mismo rol de especialista que Jamison o, por el contrario, Mike Brown sabrá aprovechar el descomunal talento del 7 pies español.

Por último, también tendremos que esperar a ver al musculado showman en el equipo del glamour, los flashes y... la presión. Quizá alguien como Howard, por su forma de ser, sea inmune a ese tipo de presión, quizá la repela de forma natural. Sin duda, eso es lo mejor que puede hacer.
Las comparaciones son habituales y los periodistas insisten en hacerlas inevitables, les gusta comparar épocas, equipos o jugadores. A mi entender, las variables de trasladar un jugador o equipo de antaño a nuestros tiempos, o viceversa, son demasiadas. Sacarlos de su hábitat, de su tiempo, extrapolar su talento a otra época no es justo. Debemos valorar cada jugador por lo que hace en su momento, sin proyecciones al pasado o al presente.
Así pues, lo mejor que puede hacer el despreocupado Superman angelino es apartar la vista de jugadores que no solo son más grandes que él en estatura, también en talento. No debe intentar llenar los zapatos de jugadores como George Mikan, Wilt Chamberlain, Abdul-Jabar o Shaquille O'neal. No podrá. El mejor center de la actualidad está lejos de los centers de antaño. Debe mejorar, tiene una buena oportunidad para hacerlo, pero debe resistir impermeable a las voces maliciosas que le llegarán, desatenderlas y crecer. Solo con la tranquilidad de mejorar para ti, no para otros, puede que, algún día, sea capaz de levantar la cabeza y ver que esos gigantes que le contemplaban desde la cúspide ya no están tan lejos.

Veremos si este equipo podrá conseguir, en un año, lo que no consiguió aquella fugaz unión de talento llamada Fantastic Four (Payton-Kobe-Malone-O'neal). 

El retiro de Steve Nash está cada vez más cerca y Dallas acecha a Howard. Quizá este equipo no gozará de la misma suerte que los Heat, quizá no tendrá la posibilidad de una segunda oportunidad.





El tiempo empuja.